Tuve la fortuna y la oportunidad de trabajar allí unos meses, y aunque por motivos personales ya no este allí, puedo decir que este lugar tiene algo realmente mágico.
Dejando de lado el sentimentalismo, creo que debo decir que tal vez no es un lugar para todo el mundo.
Primero aclaremos como es el lugar y que vas a encontrar allí. La cocina, es abierta, pero más allá de que puedas ver que preparan, es abierta tal como cuando vas a teatro a ver una obra. Las sillas y mesas están dispuestas de tal manera que todas las personas [tiene capacidad para 38 personas que no les importe sentarse bien pegaditos uno del otro] puedan ver e interactuar con el chef.
El show suele comenzar a las 8 p.m, después de la bienvenida y uno que otro chiste, el chef explica la carta a todo el público, y si alguien tiene dudas sobre algún plato o ingrediente ese es el momento de preguntar. Luego se toman los pedidos. Y ahora sí, el show! Las preparaciones y montajes se hacen en vivo, mientras el chef charla, interactua, hace chistes o habla de los ingredientes, la comida va tomando forma.
Después de que las personas terminan, suele haber un momento de trova o una charla más intima con el chef, antes de ofrecer los postres. Sin dudas y si vas, es casi como una obligación probar el "arroz con leche del mago, con polvos del duende arrecho", te aseguro te transportará a otro mundo!